Botanica Orunla (Espanol)

La Botánica Orula

167 Albany Avenue, Hartford, CT

Por Ian Malakoff

Después de un viaje en coche de diez minutos del campus de Trinity College al noroeste de Hartford, llegué a 167 Albany Avenue donde encontré un edificio aislado y tranquilo. Cuando abrí la puerta para entrar a La Botánica Orula, una pequeña y llena boutique, muchos olores de inciensos flotaron hacia mi nariz. Parecía que interrumpía yo una conversación en español entre la dueña cubana, que estaba detrás del mostrador y que prefería ser anónima, y dos otras amigas sentadas en frente de la dueña. Otro hombre que hablaba español entró a la tienda y participó en la conversación también. Mis ojos vagaron por la tienda que estaba llena de velas con forma de cilindro, estatuas de la Virgen, ídolos tradicionales de África, lámparas de porcelana, collares de las cuentas, inciensos, bolsos, perfume, y bongos. Sin embargo, La Botánica Orula representa más que un lugar de comercio, sirve como un lugar que provee un ancla y un significado[1] a la población frecuente de hispanos que existe en la ciudad de Hartford.

La Botánica Orula ocupa una de dos fachadas de la planta baja del edificio de tres pisos, que suma 16.269 pies cuadrados. Checks Cashed, donde uno puede cobrar sus cheques sin ir a un banco, está a su izquierda. Los dos pisos encima de la tienda tienen tres apartamentos con dos dormitorios en cada uno y, adicionalmente, dos apartamentos con cuatro dormitorios en cada uno. El edificio fue construido en 1910 por un precio total de 336.700 dólares (el edificio fue construido con 302.600 dólares, y la tierra, 11.900 pies cuadrados o 0,27 acres, fue comprada por 32.700 dólares)[2]. En 2008, el edificio fue valorado en 584.100 dólares.[3] Además, hay unos cimientos de concreto debajo el sótano, y las paredes consisten de una estructura de madera con una capa interior de yeso y una capa exterior de ladrillo para protegerlos contra fuegos. Desde afuera, los marcos de madera verdes de las ventanas y los recortes de caliza en los rincones y encima de las ventanas son las únicas partes sin ladrillo de este edificio. El tejado plano es de grava y alquitrán. En general, el edificio parece que está en un buen estado, aunque la ciudad de Hartford clasifica su condición física como “AV – Average.”[4]

El edificio está en la cruce de Albany Avenue, una calle abarrotada y de dos carriles, y Chestnut Street, que tiene muchos complejos de apartamentos. Si uno mira el edificio de Albany Avenue, hay un edificio idéntico a su derecha y luego, un terreno vacío. Al otro lado de la calle, hay otro complejo de apartamentos con un espacio vacío para una tienda. Mucha gente camina en las aceras, pero no hay mucha gente entrando a las tiendas porque parecen volver a sus casas donde probablemente viven.

La tienda está en su sitio original, y sus dimensiones son aproximadamente 30 pies por 10 pies. El suelo está embaldosado, y está cubierto de estantes plásticos llenos de una variedad de objetos. Además, hay un mostrador grande que está paralelo y cerca de la pared derecha, y otro menos grande que está paralelo a la pared de atrás. En la parte de atrás de la tienda, hay un cuarto pequeño y cómodo donde la dueña le lee las manos a sus clientes.

Hace veinte y un años que la dueña abrió esta tienda como una propiedad privada. Durante su juventud, ella siempre soñaba con poseer su propia tienda, y después de ahorrar suficiente dinero, pudo realizar su sueño. Además, ella nunca ha tenido problemas con sus vecinos, y ella dice que muchos de sus amigos la visitan frecuentemente. La dueña también tiene orgullo en vender estatuas de la Virgen y ídolos tradicionales de África. Por eso, ella explica que su tienda tiene una apreciación por todas las religiones en el mundo, no solo el cristianismo, la religión dominante de esta zona.

En sus libro, The World of Cities: Places in Comparative and Historical Perspectiva, Anthony M. Orum y Xiangming Chen describen un “lugar” como una ubicación donde personas trabajan y viven, y donde conexiones estrechas y intimas existen. Sin embargo, los autores dicen que el sentido de “lugar” sólo tiene importancia si existen conexiones entre la identidad, la comunidad, el pasado y el futuro, y la comodidad. Es evidente que La Botánica Orula es un ejemplo concreto de este concepto de “lugar” donde estas cuatro conexiones existen. Por los últimos veintiún años, esta tienda ha actuado como un símbolo de la comunidad hispana en Hartford y ha servido como un recuerdo a la población hispana de su propios orígenes y identidades. Del nombre de la tienda hasta las conversaciones constantes en español, La Botánica Orula es más que una boutique, es un lugar que le da la bienvenida a la población hispana de Hartford con los brazos abiertos para que se sientan cómodos con quienes son y de donde vienen.